La Conspiración Umbrella - S.D. Perry

Empiezo diciendo que en mi humilde opinión, este libro se basa en uno de los grandes juegos de Play Station: Resident Evil. El primero, el original. El de la casa.



En Raccoon city hay una gran mansión abandonada. El lugar de veraneo de las gentes de Umbrella Corp., el magnate farmacéutico que tiene la mitad del pueblo y un montón de sedes en Europa. Cuando los crímenes caníbales se van de madre, los STARS deciden irrumpir en ella, pues parece el epicentro de los ataques.

Como novela, escrita por S.D. Perry de la que ya eché pestes por su horrible, infame, ilegible, horrendo y blasfemo Hora Cero, flaquea por todas partes. Esto, querida Perry, no es una novela, es una guía de juego. Una guía torpe y sin gracia con unos personajes sin vida, que caminan con pasos bamboleantes recogiendo todo lo que brilla como si fuesen urracas. En serio, esto es una recreación en exceso completista del juego, puzle por puzle, zombi por zombi. Esto, por supuesto, ahoga el ritmo del juego, que se basa más en el sufrimiento del jugador, tenso por la muerte acechante en cada esquina. No obstante, con todo, en esta ocasión nos encontramos ante una historia legible, al menos por los fans de la serie de videojuegos. Son unos personajes a los que el viejo jugador ya conoce, unos escenarios contra los que se partió la cara mil veces. Seamos realistas, Perry parte con esa ventaja para conseguir un producto mínimamente aceptable, por eso cuando se inventa historias más allá de los juegos, como Hora Cero o La Ensenada Calibán, los resultados son tan-tan lamentables.

El libro tiene multitud de errores ortográficos y gramaticales. Nada nuevo, por otra parte. ¿Timun Mas no se paga correctores o qué? Estos libros me los han dejado, pero si los hubiese pagado me parecería peor incluso. Menudo trato al comprador, qué poca atención y ganas de contentar al cliente. Además, como imagino que será una constante de toda su edición de bolsillo, la letra es minúscula y apretada, los márgenes son un concepto de ciencia ficción; y no intentéis hacerme estúpido diciendo que todas las ediciones de bolsillo son iguales. No lo son, ésta es una edición mucho más infernal que la de mis, por ejemplo, libros de la Fundación. Por si fuera poco, una vez más, una portada clamando al horror primigenio salido de las profundidades. Un espectáculo visual lamentable.

En este libro, en repetidas ocasiones, los personajes se separan insistiendo en que es para ser de utilidad. Ya sabéis mi opinión al respecto. Los STARS merecen todas y cada una de las penurias que sufren porque son idiotas.

Por último, una serie de chascharrillos del tipo de: «esto no era "una de esas novelas malas que se leen"», toma castaña; y «este no es un juego, donde poder pulsar "volver a empezar"», acaban resultando hastiantes, sumados a la cantidad de veces que un personaje dice que esto ya lo vio en la tele. Que sí, Perry, que tu obra se basa en un videojuego, ya lo pillamos.

Mentía, hay algo más. Perry, aunque a veces te marques unos súper cargantes discursos sobre virus, aunque en ocasiones parece que tampoco es que acabes de controlar del tema —tal vez sea cosa del traductor—, lo que sí está claro es que una persona no puede desviar a un tiburón de 6 metros pataleando y golpeándole en la mandíbula cuando este se acerca a devorarte. Creo que deberías informarte un poco más o remitirlo a la suerte, a un disparo, a lo que sea. Por favor... menudo patadón le debió de sacudir, allí, sin importar la resistencia del agua ni hostias. Menudo leñazo. Si Chris es Terminator, que haga él todo, que no creo que un cyborg se contagie del virus T.

Nota: 4. Los juegos tienen una trama interesante y unos personajes más que aceptables. Si bien Perry se esfuerza por dibujar un esperpento, no consigue quitar todo el brillo a la historia, consiguiendo un libro legible, aunque no más.

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