Terminator 3 - Jonathan Mostow
En Terminator 3: La rebelión de las máquinas se plantea que se ha superado la fecha en la que las máquinas iban a conquistar el mundo; haciendo ver que la resistencia humana consiguió su propósito. El mundo ha seguido su curso, un mundo completamente normal. Y John Connor sobrevive como una persona normal un poco tirada, evitando tener cuentas a su nombre, teléfonos, etc. John evita a un posible Skynet que todo lo sabe.
La película empieza bien. Muy bien. Una introducción narrada por el propio Connor de cómo siguió el mundo adelante, de cómo todo es normal o, al menos, lo parece; un discurso cargado con un tono desasosegado, impactante. Luego se pasa a una clásica escena de endoesqueletos Terminator pegando tiros, se vuelve a Connor un instante, de nuevo en su desalentador discurso en el que recalca, incluso, que "no se puede huir. A ninguna parte". Sí, los primeros cinco minutos lo dejan a uno con ganas de más, para qué negarlo.
En resumidas cuentas, T3 va de cómo Skynet, en un futuro postergado, que no eliminado, por los hechos de las anteriores películas, envía a un Terminator último modelo (más avanzado que el T1000, que ya era la hostia en verso) a matar a los subalternos de Connor, porque se ve que ir a por él es mucho para una superinteligencia del futuro que envía a semidioses de vuelta atrás en el tiempo.
El argumento (estoy siendo bueno otorgándole tal consideración):
La película podría estar mucho peor, no quiero llevar a nadie a engaño. Es una mala película, sí. De hecho... la palabra, creo yo, es: "ridícula". Las explosiones son absurdas, la Terminatrix es un horror (está buena, y eso, pero... ¡prf!) y la película se queda en una sombra de lo que podría haber sido, porque conceptualmente tenía potencial de sobra. Una historia con atisbos de interés por todas partes que no llega a explotarse en ningún momento.
Nota 5. Se deja ver. Es una película palomitera vacía y predecible, con unas escenas de acción entretenidillas —que no más—, y una historia fatalmente aprovechada. En cualquier caso... lo único que hace es presentar a la futura mujer de Connor; si no la habéis visto, podéis ahorrárosla.
Otras pelis de la saga Terminator:
— The Terminator
— Terminator 2: Judgment day
— Terminator Salvation
La película empieza bien. Muy bien. Una introducción narrada por el propio Connor de cómo siguió el mundo adelante, de cómo todo es normal o, al menos, lo parece; un discurso cargado con un tono desasosegado, impactante. Luego se pasa a una clásica escena de endoesqueletos Terminator pegando tiros, se vuelve a Connor un instante, de nuevo en su desalentador discurso en el que recalca, incluso, que "no se puede huir. A ninguna parte". Sí, los primeros cinco minutos lo dejan a uno con ganas de más, para qué negarlo.
En resumidas cuentas, T3 va de cómo Skynet, en un futuro postergado, que no eliminado, por los hechos de las anteriores películas, envía a un Terminator último modelo (más avanzado que el T1000, que ya era la hostia en verso) a matar a los subalternos de Connor, porque se ve que ir a por él es mucho para una superinteligencia del futuro que envía a semidioses de vuelta atrás en el tiempo.
El argumento (estoy siendo bueno otorgándole tal consideración):
Terminator 3, por lo que yo entendí, es una especie de vídeo sin sentido, como aquellos vídeos graciosos que ponían hace 15 años en Vídeos de Primero, o como las selecciones de Zapping! y derivados, sólo que esta vez dura una hora y tres cuartos y en este tiempo se concatena una serie de explosiones sin orden ni concierto. En The Simpsons hay muchas cosas que arden porque sí, pues en Terminator 3... hay cosas que revientan porque sí; porque Jonathan Mostow se masturba pensando en Michael Bay y, como todos sabemos, cool guys don't look at explosions.
Bueno, la película va de que Skynet envía al T-X (supongo que la X es de 'sexo', porque envía a un pibón; aunque podemos pensar que viene de TerminatriX) que se supone que es la caña y que hasta dispara ondas vitales, como un songoku con endoesqueleto metálico. Adopta formas como el T1000 (incluyendo, esta vez, armas complejas ¡como un lanzallamas!), reprograma máquinas, se conecta a internet silbando el sonido de un módem, etc. Y para proteger a la futura mujer de John Connor envían a un... modelo 101 —a un Chuache— de un T850—un modelo algo más avanzado que el de las otras películas (aunque lo interprete un Schwarzenegger mucho más avejentado)—, que, desde luego, está hiperobsoleto en comparación.
Al final de la película, otra escena narrada por Connor nos pondrá en situación para la cuarta película. Sinceramente, se podrían ver los 5 primeros minutos y los 3 últimos... y no nos habríamos perdido gran cosa, aparte de un par de detallitos importantes como que John Connor muere y a este 101 lo envía su mujer, que es la que toma las riendas tras su muerte y que la guerra era completamente ineludible.
La película podría estar mucho peor, no quiero llevar a nadie a engaño. Es una mala película, sí. De hecho... la palabra, creo yo, es: "ridícula". Las explosiones son absurdas, la Terminatrix es un horror (está buena, y eso, pero... ¡prf!) y la película se queda en una sombra de lo que podría haber sido, porque conceptualmente tenía potencial de sobra. Una historia con atisbos de interés por todas partes que no llega a explotarse en ningún momento.
Nota 5. Se deja ver. Es una película palomitera vacía y predecible, con unas escenas de acción entretenidillas —que no más—, y una historia fatalmente aprovechada. En cualquier caso... lo único que hace es presentar a la futura mujer de Connor; si no la habéis visto, podéis ahorrárosla.
Otras pelis de la saga Terminator:
— The Terminator
— Terminator 2: Judgment day
— Terminator Salvation
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