The artist - Michel Hazanavicius

Con guión y dirección de Michel Hazanavicius, que por lo que veo ha trabajado habitualmente con Dujardin, un actor que en lo que a mí respecto ha pasado del más oscuro anonimato a ostentar un puesto entre los grandes. Dujardin es esta peli y al revés. Y el resultado es magnífico.


Voy a empezar aclarando que, por el momento, The Artist se dibuja, en mi opinión, como la mejor película del año. Es original en su forma (no tanto en su argumento, todo sea dicho), es original en su estilo y es veraz y valiente, y mira cara a cara a la muerte (parafraseando al Hemingway de Medianoche en París).


George Valentin (Jean Dujardin) es una estrella de cine mudo. Una de las grandes. Peppy Miller (Bérénice Bejo), en cambio, es una extra de tres al cuarto que acaba de empezar. Pero, ¡ah, las cosas!, llega el sonido al cine y el mundo de George se tambalea mientras la señorita Miller crece, y crece, y crece, bajo la atenta mirada de Al Zimmer (John Goodman) productor y demiurgo del mundillo.


¿Y qué puedo decir? La red se ha deshecho en halagos; y el público (los que se han animado a ver una apuesta tan arriesgada) y la crítica se han rendido seducidos al encanto de Valentin, al blanco y negro y al loco ataque del cine mudo: se han rendido a la música y a la exagerada expresión que lo caracteriza. Y es que el resultado no es para menos. Hay pocas cosas negativas en esta película, (muy pocas, de hecho); y demasiadas cosas muy buenas.

Los protagonistas:
—Jean Dujardin lleva a cabo un trabajo espectacular. Aún no he visto la que dicen que es la interpretación de la vida de George Clooney, pero tengo mis dudas respecto a que pueda medirse con el actor francés. De la increíble exageración de los personajes a los que encarna, todos ellos con indescriptible carisma, pasa a la divertida confianza en sí mismo del rico y a la tortura del desposeído. Todo ello en hora y medio. Todo ello a la perfección. Un soplo de aire fresco; y es que desde el tercer minuto de película, cuando Valentin coge el antifaz y la chistera y se gira hacia la pantalla bajo la que toca la orquesta y sonríe... uno sabe que se encuentra ante un papel como pocos; ante una actuación como pocas. Y así es.


—Bérénice Bejo aparece muy pronto interpretando a una persona normal, una nadie llamada Peppy Miller que consigue un papel de extra fruto de la más aleatoria casualidad. Al principio aparece desmejorada, le resaltan los dientes y las bolsas bajo los ojos; parece estar claro que no es una mujer fea, pero desde luego tampoco parece guapa. A lo largo de la película, gracias a los señores de maquillaje y vestuario, y desde su misma participación como extra, explotan mucho más su cara. El resultado es un pequeño plus para esta actriz increíblemente expresiva y de adorables movimientos.


—John Goodman está bien, como siempre. aunque me parece que el registro en que se mueve en esta película es mucho más adecuado para él; le han permitido lucirse a gusto con sonrisas contenidas y gesto serio y algo quemado. Tal vez sea cosa de mejor casting que de actuación en sí, pero lo cierto es que hace un gran trabajo.


«—¡No soy feliz!
—Hay millones de parejas así.»

La música, por supuesto, es excelente; un acompañamiento constante, cálido la mayoría de las veces y otras ominoso e inquietante, una voz que grita presa de un ataque de ansiedad mientras todo se acelera. Es cierto que el cine mudo depende mucho de la música que lo sustenta, así que es normal que este aspecto esté tan desmedidamente cuidado; pero siempre es un placer encontrarse una banda sonora a la altura de una película como esta.
Ejemplo 1:

Ejemplo 2 (este es más ominoso):



La dirección es lucida pero no sobrecargante. Tiene muchos recursos pero no abusa demasiado de ellos. Una ventaja, supongo, de contar con una banda sonora increíble y con un reparto de lujo como el que tiene. Muchas escenas tienen un dinamismo poderoso que nos arrastra con el movimiento de las cámaras y de los actores. La fotografía, además, mantiene perfectamente el tipo, juega bien con las luces y sombras (menos mal, porque si no el blanco y negro resultaría... pobre) y da lugar a unas escenas increíbles en entornos de poca luz, como bajo una fuerte cortina de lluvia o en las salas más oscuras. Seguro que a más de uno le viene a la mente la fantástica escena de la sala llena de objetos tapados con sábanas, con la luz que se cuela y el enorme cuadro narcisista al fondo. Una delicia.


Mis momentos favoritos:
—Me han encantado las escenas «de pies» de la película. Bueno, poniéndonos tiquismiquis podríamos decir que, estrictamente, son escenas «de pierna»; pero no importa: tanto el baile entre Miller y Valentin separados por una pantalla de forma que solo se ven las piernas
—Las repeticiones de la escena en la fiesta en la producción de «A german affair», que combina a la perfección la elegancia y el romance sin caer en el hastío sentimentaloide. Una escena preciosa.
—El momento experimental en el que todo tiene sonido salvo la voz de George Valentin, que genera una opresividad algo agobiante. Sin duda este fue mi momento favorito.
El estreno de la muda Tears of Love en una sala casi vacía mientras en un cine cercano estrenan la nueva película sonora con Peppy Miller. Los tiempos han cambiado y las viejas glorias deben dejar paso a las nuevas.
El momento en que despide a Clifton y todo lo que se deriva de la soledad que consigue Valentine: la decadencia y la locura. El fin.
—El ver a la gente en el cine viendo las películas de Valentin tiene algo especialmente encantador, como si de repente uno fuese arrastrado al interior de la película, mecido por las cálidas manos de una banda sonora de acompañamiento excelente.

Aquí os dejo el tráiler, por si mis palabras no son suficientemente convincentes:


Curiosidades:
—El perro fue interpretado por tres terriers distintos pintados para que se pareciesen más entre sí. Pero uno de ellos (supongo que el que asiste a las galas) hizo casi todas las escenas.
—Muchos cines devolvieron el dinero a la gente que salió de la peli por ser muda y quitaron muy rápido la película de la cartelera.
—Todas las escenas de baile fueron interpretadas por los propios actores


Premios:
—Candidaturas a los Oscar por: mejor película, guión original, actor protagonista, actriz de reparto, banda sonora original, dirección, vestuario, dirección artística, fotografía y montaje.
—Ganadora de los Globos de Oro a: mejor película en la categoría de comedia o musical, mejor actor en comedia o musical, mejor banda sonora.



Nota: 9,5. The Artist es una película excelente. De todo lo que vi de 2011, sin ninguna duda, ha sido lo mejor. Penséis lo que penséis del cine mudo, penséis lo que penséis del cine francés y penséis lo que penséis de Jean Dujardin, The Artist es una pasada. Y punto. ¿Falla algo? Cosillas muy puntuales, algunas escenas estiradas de más y ya. Mi más sincera recomendación para ella y toda la suerte que pueda mandarle para esas 10 candidaturas a los Oscar que tiene.



Otras películas de 2011:
— Caballo de batalla.
 La invención de Hugo.
— Los idus de Marzo
— Drive
— Criadas y señoras.

Comentarios

  1. Gracias por la reseña Carlos. Me ha gustado mucho. Estoy totalmente de acuerdo contigo. The Artist es una película excelente y completísima en todos los aspectos. Hacía mucho tiempo que no veía una película tan original, tan bien cuidada, divertida y visualmente espectacular, a pesar de ser en blanco y negro y muda. ¡Qué grandes los actores protagonistas! Transmiten tanto solamente con gestos y movimientos. La música es perfecta. Creo que te has quedado corto con la puntuación. Esta película se merecía un 10. Espero que sea la gran ganadora de los premios Oscar.

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    1. Yo también le deseo mucha suerte; pero aún me quedan películas por ver y de las que vi, creo que Moneyball también se merece un buen trato :).

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  2. esta pelicula es muy mala. no tiene sonido y es en vlanco y negros. no hay muertes ni tiros ni tampoco esplotan muchas cosas. vastante mala. no le recomiendo. si recomiendo
    gost rider 2. exelente pelicula donde ai tiros y esplociones.
    y muertes. muy buena esa.

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