Sin perdón - Clint Eastwood

Nunca sé qué esperarme del amigo Clint. Cuando una peli suya me gusta... dios, la adoro; pero cuando no me gusta, me resulta soporífera hasta la náusea. Por eso, cuando me pongo a ver una peli suya, dudo: ¿de qué grupo será?



Como casi siempre, Clint hace de personaje de Clint. De tío duro y cascado que va de ligeramente malo pero en realidad es un pedazo de pan que ayuda a los que no tienen a nadie. Sí, es el rollo Clint, o algo. 
La película va de que un tipejo inmundo raja a una puta en la cara y el castigo que le imponen no parece suficiente para calmar los ánimos, así que Bill Munny (Clint Eastwood), su amigo Ned Logan (Morgan Freeman) y 'Schofield Kid' (Jaimz Woolvett) salen en su busca para no darle cuartel. Como archienemigo repugnante, sobre todo, y más que a su presa, tendrán al sheriff, un horrible, deleznable y magnífico Little Bill (Gene Hackman).

En general, tiene un modo de ser contada muy del señor Eastwood. Planos largos, algunas escenas de campo abierto bastante poéticas, con colores fuertes y tristes en su épico vacío, en su soledad. La historia es clara y no se anda con zarandajas, sabe qué quiere contarnos y cómo va a hacerlo. Sabe en qué medida puede ser producente ornamentar las cosas y en qué medida será sobrecarga banal y no se entretiene, ni se lía, ni nos deleita/seduce/engaña con colores que ofuscan la vacuidad de la historia.

El personaje de Hackman es... el arquetipo odioso. Sin grandes requiebros. Su épica escena en la que desarma a Bob 'el Inglés' (Richard Harris, Dumbledore en las dos primeras del mago niño con la frente hecha un cisco), un viejo de 70 tacos, y luego le da una paliza, es una muestra de hombría y testosterona sin reparos. Qué duro es, como el granito porriñés. Kid es otro tío duro, o quiere parecerlo, porque es una nenaza que necesita mentir y exagerar sus falsas gestas para seguir notándose los testículos entre hombres de verdad como Logan y Munny. Casualmente, mi personaje favorito era el ultrasecundario Bob 'el Inglés'; el actor lo hace tan bien, el personaje es tan carismático... creo que eso conllevó a mi terrible odio por el imbécil sin autoestima de Little Bill, que intenta resarcirse zurrándole la badana a Clint. En serio, Little Bill es un crack golpeando viejos.


«Debo de tener la cara igual que usted». No pertenece a esta escena, que conste.

La escena del tiroteo final me pareció ridícula. Supongo que enfatiza el hecho de que el que tiene la cabeza fría es el que impacta, y el resto mueren. Pero... ¿así? ¿de verdad?


Nota: 7. Clint, Harris y Hackman me encantaron, aunque los personajes son un poco planos (todos, en general). Freeman, que siempre me gusta, no tiene un personaje, en mi opinión, especialmente atractivo. Woolvett me aburrió soberanamente, quedando muy por debajo de la mayoría de secundarios, como el propio Harris o las putas. Clint ya apuntaba maneras de su talento para la dirección, con unas escenas bien rodadas, lentas sin hacerse aburridas (salvo puntos concretos de muerte rítmica), aunque desperdicia, creo, ciertos momentos muy dramáticos.


Otras películas del amigo Clint:
Gran Torino (Nota: 9).

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