Nivel 13 - Josef Rusnak
Nivel 13 es una película del 99, del director Josef Rushnak, basada en la novela Simulacron 3 de Daniel Frances Galouye. Salió muy poco después que Matrix y trata el mismo tema, Matrix sedujo al público que se lanzó a un mar de buenas críticas y opiniones a menudo grandilocuentes; Nivel 13, que tiene unos efectos especiales mucho peores —debido a su escaso presupuesto—, fue tratada bastante mal.
Nivel 13 no es la revolución del mundo del cine. Matrix tampoco, por supuesto, salvo en cuanto a efectos especiales, en los que —sin duda— marcó un antes y un después incluso en cuanto a cómo rodar escenas de acción. Un cambio para peor, en mi modesta opinión. Nivel 13 también tiene esas referencias al mito de la caverna, a la duda entre la realidad y la ilusión y el mundo virtual. Todo, todo, todo. Con un actor con menos cartón en la cara y un trabajo con menos presupuesto, sí; pero lo tiene.
Una empresa está probando una técnica de trasvase de consciencia hasta 1937, a un escenario lleno de realidades inteligentes. ¿Qué es real y qué no? Cuando uno descubre que el mundo es irreal, comienzan los verdaderos problemas.
Los actores importantes interpretan, aquí, dos papeles. Su yo real y su yo en 1937. La verdad es que la mayor parte de los actores, sencillamente, cumplen. No hay un trabajo épico por parte de ninguno de ellos, aunque siempre es un placer volver a encontrarse con Gretchen Mol, «Sin-cojones Norris» en Life on Mars, en un papel de malvada y seductora arpía. Me encanta esta mujer, capaz de pasar de un registro bueniño a uno de zorra repugnante manteniendo una absoluta seriedad y transmitiendo una sinceridad sin contemplaciones.
La película tiene un tono paranoico. El ritmo es bastante rápido, los personajes se suceden, actúan, intercambian opiniones... todo sin grandes pausas ni caídas de pulso. La velocidad del argumento es más o menos constante.
Spoiler:
Es difícil no pensar, no obstante, en la posibilidad de que el mundo que en la peli se da por real, sea ficticio a su vez. Algo no coincide y las pistas se acumulan. Acaba pareciendo que tendrá que ser así por fuerza. Esa previsión del entrecruzamiento de falsas realidades mutuamente interactuables quita cierta gracia a los minutos finales, ciertamente.
Fin spoiler.
Con todo, una película entretenida, interesante, que combina toques de ciencia ficción con historia policiaca «a dos planos». El orgullo de todo jugador de Planescape.
Minipunto subjetivo adicional para una escena próxima al principio en la que la cámara se mueve en paralelo a la carretera, a la altura de los edificios, una escena que, a día de hoy, fui incapaz de no asociar a Fringe.
Nota: 6,5. En mi opinión, una película interesante que recupera, además, el toque de ciencia ficción de serie B molón de los 90.
Como puede verse en la imagen, está sacada de ZonaDVD.com.
Nivel 13 no es la revolución del mundo del cine. Matrix tampoco, por supuesto, salvo en cuanto a efectos especiales, en los que —sin duda— marcó un antes y un después incluso en cuanto a cómo rodar escenas de acción. Un cambio para peor, en mi modesta opinión. Nivel 13 también tiene esas referencias al mito de la caverna, a la duda entre la realidad y la ilusión y el mundo virtual. Todo, todo, todo. Con un actor con menos cartón en la cara y un trabajo con menos presupuesto, sí; pero lo tiene.
Una empresa está probando una técnica de trasvase de consciencia hasta 1937, a un escenario lleno de realidades inteligentes. ¿Qué es real y qué no? Cuando uno descubre que el mundo es irreal, comienzan los verdaderos problemas.
Los actores importantes interpretan, aquí, dos papeles. Su yo real y su yo en 1937. La verdad es que la mayor parte de los actores, sencillamente, cumplen. No hay un trabajo épico por parte de ninguno de ellos, aunque siempre es un placer volver a encontrarse con Gretchen Mol, «Sin-cojones Norris» en Life on Mars, en un papel de malvada y seductora arpía. Me encanta esta mujer, capaz de pasar de un registro bueniño a uno de zorra repugnante manteniendo una absoluta seriedad y transmitiendo una sinceridad sin contemplaciones.
La película tiene un tono paranoico. El ritmo es bastante rápido, los personajes se suceden, actúan, intercambian opiniones... todo sin grandes pausas ni caídas de pulso. La velocidad del argumento es más o menos constante.
Spoiler:
Es difícil no pensar, no obstante, en la posibilidad de que el mundo que en la peli se da por real, sea ficticio a su vez. Algo no coincide y las pistas se acumulan. Acaba pareciendo que tendrá que ser así por fuerza. Esa previsión del entrecruzamiento de falsas realidades mutuamente interactuables quita cierta gracia a los minutos finales, ciertamente.
Fin spoiler.
Con todo, una película entretenida, interesante, que combina toques de ciencia ficción con historia policiaca «a dos planos». El orgullo de todo jugador de Planescape.
Minipunto subjetivo adicional para una escena próxima al principio en la que la cámara se mueve en paralelo a la carretera, a la altura de los edificios, una escena que, a día de hoy, fui incapaz de no asociar a Fringe.
Nota: 6,5. En mi opinión, una película interesante que recupera, además, el toque de ciencia ficción de serie B molón de los 90.
Ha sido una sorpresa. El concepto es bastante original, sobre todo para la época ^^
ResponderEliminarMuy interesante y entretenida.