Los inmortales - Russell Mulcahy

Escocia, año 1536. Dos clanes rivales, los  MacLeod y los Frasier luchan encarnizadamente. Durante la batalla, Connor  MacLeod (Christopher Lambert) despierta como inmortal, frente a su enemigo Kurgan (Clancy Brown), de la misma condición.
Desde ese mismo momento Connor es repudiado por su pueblo, que lo considera un ser maldito. Por suerte, otro inmortal, Juan Ramírez Sánchez Villalobos (Sean Connery), acude a su encuentro para instruirlo y prepararlo para la lucha que le espera. Porque la leyenda dice que los inmortales lucharán entre ellos hasta que sólo uno  quede en pie.

Nueva York, año 1984. La lucha entre los inmortales está a  punto de llegar a su fin. Sin embargo, la entrada en escena de la policía y de una experta en espadas gracias a un fallo de Connor, complica el escenario de la batalla final.




Los inmortales (1986) dirigida por Russell Mulcahy no es una buena película. 
La historia es interesante, original y muy llamativa. Los inmortales tienen sus propias reglas para batirse en duelo, no saben a qué se debe su condición, sólo puede quedar uno… Con este material parece difícil no hacer una película interesante pero ellos lo han conseguido.
Los personajes son lo típico de la época. La investigadora cotilla, el bueno que se hace el duro, el friki informático que todo lo puede…  El malo es tan, tan malo, que osa meterse con pobres monjitas echándoles la lengua. Claramente, es el Mal.

Los diálogos son lo más tópico posible. Además repiten una y otra vez «sólo puede quedar uno». Al principio la frase hace gracia, pero tras repetirla 300 veces, pierde todo su encanto. Ejemplos:

Connor: ¿estoy arrestado?
Policía duro: todavía no.
Connor: entonces hemos terminado.
Policía duro: no hemos hecho más que empezar.

Más:
Cari1: Cariño, ¿por qué no envejeces?
Connor: Porque te quiero tanto como el día en el que nos conocimos.

El rodaje es noventero, con todos los defectos del cine noventero.  Para muestra:



Los cambios de escena entre flashbacks y el Nueva York actual son realmente torpes. Siendo necesarios y aportando información interesante, rompen el ritmo y hacen que desconectes de la película. La iluminación sólo está bien en las escenas luminosas. Para las oscuras, no consiguen encontrar el punto.

Los efectos son malos. Supongo que eran ya malos en la época por como ha envejecido respecto a películas de su misma quinta.

Las actuaciones son normalillas. Sean Connery lo hace bien,  Lambert cumple y Clamcy Brown hace su peor interpretación. Brown es un gran actor. No muy conocido, pero uno de los grandes. Pero aquí es el peor y de lejos.

El doblaje es flojo. Depende un poco del personaje. Algunos bien, otros un desastre.  La media da que es malo.

Para destacar partes buenas, que las tiene, he de decir que las coreografías están bastante bien y que la banda sonora es de Queen.

Os la recomiendo para ver en grupo. Es muy graciosa si te la tomas como película de humor y no como el producto serio que se supone que es. 

Nota: 5. No la suspendo porque tiene su gracia y la historia es realmente interesante. 

Comentarios

  1. No conocía a Brown, a ver si le sigo un poco la pista.
    Por mi parte, considero que le has dado algo más de lo que se merecía, pero está bien... así... ligera y amigable en tu primera reseña.
    Un saludo y bienvenida :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Charlie y la fábrica de chocolate - Tim Burton

Los miserables, diferencias argumentales entre novela y musical

Ozark (Temporada 1) - Bill Dubuque, Mark Williams