Glee
Este año, Fox acertó de pleno con una de sus series. Glee ha tenido que ser asombrosamente rentable, entre publicidad y ventas digitaes de las canciones que, según se comentó por internet, fueron unas ventas bastante altas, a menudo situadas como cabezas de lista.
Sí, Fox acertó con una serie musical de apariencia meramente adolescente, con un humor ligeramente más ensañado y con un repertorio, en general, digno y agradable de oír, a lo que contribuyen las fantásticas voces de Lea Michel (Rachel) Y Chris Colfer (Kurt). ¡Qué dos!
Glee, sobre la que ya hablé una vez cuando hicieron el parón, es una serie entretenida y divertida sobre un coro de instituto, cargada de tópicos y de pequeñas gracias, con el gran personaje de Sue Sylvester, encarnado por Jane Lynch y una larga lista de invitados entre los que se incluyen Kristin Chenoweth (para mí, conocida de Pushing Daisies) Olivia Newton-John y Neil Patrick Harris.
Hasta el parón, la serie estuvo muy bien. Era ágil, la música molaba y las coñas eran divertidas; después del parón, y sacando honrosas excepciones como The power of Madonna o el capítulo final —que molaron mucho—, hubo varios capítulos en los que fallaba la música o fallaba la situación y, en general, la serie perdió un poco; aunque el final estuvo a la altura de lo mejor de la serie y la selección de canciones fue, sencillamente, asombrosa, con Faithfully de Journey, Bohemian rhapsody de Queen y la gran Somewhere over the rainbow.
Una buena serie y, sin lugar a dudas, la revelación del año, avalada con un globo de oro y todo.
Nota: 7,5. Tiene fases muy buenas y fases algo mediocres, pero es una serie divertida, interesante y con una banda sonora fantástica, por supuesto.
Sí, Fox acertó con una serie musical de apariencia meramente adolescente, con un humor ligeramente más ensañado y con un repertorio, en general, digno y agradable de oír, a lo que contribuyen las fantásticas voces de Lea Michel (Rachel) Y Chris Colfer (Kurt). ¡Qué dos!
Glee, sobre la que ya hablé una vez cuando hicieron el parón, es una serie entretenida y divertida sobre un coro de instituto, cargada de tópicos y de pequeñas gracias, con el gran personaje de Sue Sylvester, encarnado por Jane Lynch y una larga lista de invitados entre los que se incluyen Kristin Chenoweth (para mí, conocida de Pushing Daisies) Olivia Newton-John y Neil Patrick Harris.
Hasta el parón, la serie estuvo muy bien. Era ágil, la música molaba y las coñas eran divertidas; después del parón, y sacando honrosas excepciones como The power of Madonna o el capítulo final —que molaron mucho—, hubo varios capítulos en los que fallaba la música o fallaba la situación y, en general, la serie perdió un poco; aunque el final estuvo a la altura de lo mejor de la serie y la selección de canciones fue, sencillamente, asombrosa, con Faithfully de Journey, Bohemian rhapsody de Queen y la gran Somewhere over the rainbow.
Una buena serie y, sin lugar a dudas, la revelación del año, avalada con un globo de oro y todo.
Nota: 7,5. Tiene fases muy buenas y fases algo mediocres, pero es una serie divertida, interesante y con una banda sonora fantástica, por supuesto.
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