Dominion

El otro día, buscando datos sobre este juego de mesa —uno de mis favoritos, por cierto—descubrí que no tenía nada sobre él en el blog. Muy mal por mi parte. Inexcusable, sin duda.

Dominion es un juego obligado, lectores aficionados a esta clase de juegos. En Dominion gana el que más puntos de tierras tiene, porque el juego va de tener el reino más grande y lozano. Así que con las distintas monedas y combeando al máximo las habilidades de cada una de los 10 mazos con los que se articulan las partidas, tenemos que intentar tener el máximo número de monedas y de compras, para así adquirir otras cartas de habilidad, monedas más jugosas o tierras, tierras, tierras.



Si no recuerdo mal, el juego original tiene 25 mazos distintos y, como digo, se juegan 10. Esto lo hace muy versátil. En las instrucciones del juego vienen unas cuantas combinaciones recomendadas, aunque tras unas cuantas partidas es bastante fácil crear una combinación interesante.

Para ganar a Dominion hay muchas estrategias (salvo alguna carta que está, creo yo, demasiado desequilibrada, aunque puede que otras estrategias den resultados igual de buenos y yo no las haya visto): combos de acciones en cartas con pocas monedas y muchas cartas de acción. Combos de cartas para mazos con muchas monedas y pocas cartas de acción. Híbridos. Combos de ataque, cartas de defensa, penalizar a los rivales... Dominion tiene un poco de todo; es un juego muy sencillo (con que uno se lea las instrucciones en un rato y explique cuál es la mecánica llega). Aunque es recomendable que antes de empezar la partida, si alguien no conoce las cartas de habilidad, que las lea antes de empezar, para tener clara su estrategia cuando empiece el juego.

Cuenta con dos expansiones ya en castellano (Intriga y Terramar) que añaden opciones al juego y son jugables sin el juego básico, aunque con este posibilitan ampliar el juego para 6 o 7 jugadores (en vez de los 4 iniciales).

Un gran juego, fácil, rápido y divertido. Muy divertido.

Nota: 10. Es mi juego de mesa favorito, qué le vamos a hacer. Aunque seguido muy de cerca por Los Colonos de Catán.

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