Alien, el Octavo Pasajero

Había visto esta película con 9 ó 10 años. Evidentemente, no era la mejor edad para verla. En aquel momento me pareció una visión horrible y brutal, hoy...  pues no, pero me pareció cargada de una inquietud aterradora, de una oscuridad densa, envolvente y malvada. La película es elegante y hermosa a su manera: tranquila, oscura, maquiavélica, opresiva, inquietante... pero nunca se me habría ocurrido que, conforme pasasen los años y me fuese volviendo menos impresionable, me gustaría e impactaría más una película.



Pocas veces he disfrutado tanto con una película. El mimo con el que se cuida todo me parece increíble: unos decorados fantásticos: los opresivos conductos y las escaleras infernales - que tanto hemos odiado todos los que jugamos al videojuego de Arena para Sega MegaDrive y SNES -, la cámara del xenomorfo, el planeta, el blanco 'Apple' de la Nostromo, unos personajes interesantes, el xenomorfo en cualquiera de sus fases - tal vez el depredador más aterrador y elegante que he visto diseñado -, todo... todo juega en favor de la película. El ambiente es cautivador, exótico, tranquilamente aterrador. No se recurre a apabullantes cambios de sonido para asustar al espectador, y la mera presencia - más insinuada que demostrada - del Alien es más que suficiente para tener al público en tensión, a punto de saltar o de romper los tímpanos a la persona que está a su lado.

No esperaba reencontrarme con esta película y seguir manteniéndole todo el cariño que le tengo, pero desde luego, esperaba mucho menos volver a verla y que se incrementase el respeto que le tenía. Una obra maestra en su estilo. Magnífica, inquietante y hermosa.

Al parecer, en su momento, la producción no gozó de un gran presupuesto y disimularon todo esto con un aprovechamiento magistral de la oscuridad y la insinuación. Honestamente, no se me ocurre cómo podría haberse conseguido un resultado mejor.

Nota: 9. Sin duda, la mejor película de Ridley Scott, ¿escuece el comentario, bladerunneros?

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