Hellgate London
A finales del 2007 salía el que anunciaban como sucesor de Diablo II, no era para menos la predicción: action-rpg con alta densidad de población demoníaca, lista de habilidades (aptitudes) en árbol, inventario minúsculo, equipaciones varias potencialmente mejorables, ciudades base como "light-points" (es decir, las ciudades son terrenos civilizados y tranquilos rodeados por la oscuridad de las hordas infernales), y mismo desarrollador jefe.
Por orden de descubrimiento:
Vídeo introductorio: habida cuenta de lo trepidante y elaborado del vídeo promocional, este, con casi la mitad del vídeo ocupado por un libro en cuyas páginas se nos muestran cosas, resulta un tanto pobre. El resto del vídeo demuestra, en cualquier caso, un potencial alto y el enfoque que se le dará al juego.
Creación de personajes: donde podremos alterar la altura, la constitución, el peinado, el vello facial y el rostro del personaje, como en casi cualquier rpg y pseudorpg desde hace varios años.
Las clases para escoger: espadachín (sajaraja), guardián (tanque y lucho-contra-las-hordas), evocador (bolas de fuego y novas de hielo, ¿alguien necesita más?), convocador (¿para qué pelear si convocas infernales que lo hacen por ti?), tirador (o cómo resolver las cosas a 50 metros de distancia) e ingeniero (clase relativamente original: crea droides de apoyo -lo que lo acerca al convocador- con diversas piezas que se consiguen al desmontar objetos...).
Gráficos en juego: el motor gráfico del juego es más que aceptable. Texturas sólidas, personajes bien definidos, escenarios relativamente destruibles, animaciones correctas y movimientos -salvo el salto- relativamente realistas. Equipo variado, vistoso, visible; ayuda mucho a mantener la estética medievo-futurista del juego; las armaduras llenas de lucecitas, muy Tier de World of Warcraft.
El inventario resulta, como he dicho antes, muy, muy pequeño, dentro de lo que suele ser este tipo de juego. Aunque claro, es suficientemente grande si nos hacemos a la idea de que el tipo al que controlamos está cargando con TODO eso mientras corre, salta, dispara, conjura, se inyecta curaciones, respira, resopla, cargado con su armadura pesada, sus espadas, su escudo... es que los guardianes son muy machotes...
Los combates, generalmente, del orden de uno contra el mundo, puede ser vistos en tercera persona, donde podemos regular la distancia de la cámara, llegando, como se puede apreciar en la imagen, a visión de FPS. Esta cámara, personalmente, me parece algo incómoda para un juego del estilo, pero supongo que es algo en lo que el factor costumbre juega un papel muy importante.
Ese humillo, ese magma asomante entre el asfalto, esa niebla espectral, esas llamas de fondo, esa oscuridad que lo cubre todo, serán señal identificativa del juego durante todo nuestro avance en el mismo.
La jugabilidad del juego es bastante buena: el manejo del personaje es fácil, relativamente intuitivo, muy intuitivo, de hecho, habiendo jugado antes a otros juegos del estilo.
Detalles en contra:
Los cuadros de diálogo, del tipo "aceptar de frase en frase" están obsoletos, son incómodos y afean un poco la estética de juego, que es, claramente, el aspecto qe más han trabajado. Me sorprende que dejen que un detalle tan simple corra tan en perjuicio del resto del trabajo.
Las esquinas, a veces, buguean al personaje, que se queda detenido obligándonos a salir del juego (la mecánica es Salvar y Salir, como en Diablo II, - este juego no ha pretendido ser original, más allá de su estética futurista, en ningún momento- nos devolverá sanos, salvos y con libertad de movimiento a la última estación de metro: refugios base, cutres, con media docena de personajes que dan quests, un comerciante, un médico y unas maquinitas para optimizar nuestro equipo).
El tratamiento del movimiento es muy limitado, es decir; el vídeo promocional hizo MUCHO hinchapié en el movimiento, saltos, piruetas, carreras, muy del estilo de Bloodrayne, el resultado, como podréis deducir, no recorre esos derroteros, y se enfoca más a shooter + diablo.
A grandes rasgos:
Es un juego correcto, digno, sólido y entretenido que dará horas de juego para todos los fans del estilo Diablo, que maravillará con su estética hipertrabajada y... sinceramente, poco más. No es una maravilla, ni rivalizará entre los mejores juegos del año, eso está más que claro: la mecánica extremadamente repetitiva, el no haber innovado NADA, con mayúsculas, el haber publicado el juego casi en fase-beta para aprovechar el tirón navideño y demás... son factores que, en mi opinión, tiran muy en detrimento del juego:
Puntuación 6.5: digno de ser jugado, horas de entretenimiento; y poco más.
Imágenes pertenecientes a:
www.islabit.com
pcmedia.gamespy.com
Por orden de descubrimiento:
Vídeo introductorio: habida cuenta de lo trepidante y elaborado del vídeo promocional, este, con casi la mitad del vídeo ocupado por un libro en cuyas páginas se nos muestran cosas, resulta un tanto pobre. El resto del vídeo demuestra, en cualquier caso, un potencial alto y el enfoque que se le dará al juego.
Creación de personajes: donde podremos alterar la altura, la constitución, el peinado, el vello facial y el rostro del personaje, como en casi cualquier rpg y pseudorpg desde hace varios años.
Las clases para escoger: espadachín (sajaraja), guardián (tanque y lucho-contra-las-hordas), evocador (bolas de fuego y novas de hielo, ¿alguien necesita más?), convocador (¿para qué pelear si convocas infernales que lo hacen por ti?), tirador (o cómo resolver las cosas a 50 metros de distancia) e ingeniero (clase relativamente original: crea droides de apoyo -lo que lo acerca al convocador- con diversas piezas que se consiguen al desmontar objetos...).
Gráficos en juego: el motor gráfico del juego es más que aceptable. Texturas sólidas, personajes bien definidos, escenarios relativamente destruibles, animaciones correctas y movimientos -salvo el salto- relativamente realistas. Equipo variado, vistoso, visible; ayuda mucho a mantener la estética medievo-futurista del juego; las armaduras llenas de lucecitas, muy Tier de World of Warcraft.
El inventario resulta, como he dicho antes, muy, muy pequeño, dentro de lo que suele ser este tipo de juego. Aunque claro, es suficientemente grande si nos hacemos a la idea de que el tipo al que controlamos está cargando con TODO eso mientras corre, salta, dispara, conjura, se inyecta curaciones, respira, resopla, cargado con su armadura pesada, sus espadas, su escudo... es que los guardianes son muy machotes...
Los combates, generalmente, del orden de uno contra el mundo, puede ser vistos en tercera persona, donde podemos regular la distancia de la cámara, llegando, como se puede apreciar en la imagen, a visión de FPS. Esta cámara, personalmente, me parece algo incómoda para un juego del estilo, pero supongo que es algo en lo que el factor costumbre juega un papel muy importante.
Ese humillo, ese magma asomante entre el asfalto, esa niebla espectral, esas llamas de fondo, esa oscuridad que lo cubre todo, serán señal identificativa del juego durante todo nuestro avance en el mismo.
La jugabilidad del juego es bastante buena: el manejo del personaje es fácil, relativamente intuitivo, muy intuitivo, de hecho, habiendo jugado antes a otros juegos del estilo.
Detalles en contra:
Los cuadros de diálogo, del tipo "aceptar de frase en frase" están obsoletos, son incómodos y afean un poco la estética de juego, que es, claramente, el aspecto qe más han trabajado. Me sorprende que dejen que un detalle tan simple corra tan en perjuicio del resto del trabajo.
Las esquinas, a veces, buguean al personaje, que se queda detenido obligándonos a salir del juego (la mecánica es Salvar y Salir, como en Diablo II, - este juego no ha pretendido ser original, más allá de su estética futurista, en ningún momento- nos devolverá sanos, salvos y con libertad de movimiento a la última estación de metro: refugios base, cutres, con media docena de personajes que dan quests, un comerciante, un médico y unas maquinitas para optimizar nuestro equipo).
El tratamiento del movimiento es muy limitado, es decir; el vídeo promocional hizo MUCHO hinchapié en el movimiento, saltos, piruetas, carreras, muy del estilo de Bloodrayne, el resultado, como podréis deducir, no recorre esos derroteros, y se enfoca más a shooter + diablo.
A grandes rasgos:
Es un juego correcto, digno, sólido y entretenido que dará horas de juego para todos los fans del estilo Diablo, que maravillará con su estética hipertrabajada y... sinceramente, poco más. No es una maravilla, ni rivalizará entre los mejores juegos del año, eso está más que claro: la mecánica extremadamente repetitiva, el no haber innovado NADA, con mayúsculas, el haber publicado el juego casi en fase-beta para aprovechar el tirón navideño y demás... son factores que, en mi opinión, tiran muy en detrimento del juego:
Puntuación 6.5: digno de ser jugado, horas de entretenimiento; y poco más.
Imágenes pertenecientes a:
www.islabit.com
pcmedia.gamespy.com
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