Lucifer - Mike Carey

Aviso, esta entrada tiene spoilers de The Sandman de Neil Gaiman, obra que, en cualquier caso, todos deberíais haber leído, o estar haciéndolo antes de terminar esta frase; así como spoilers de Lucifer. Avisados quedáis.


Se trata de un spin off del Lucifer de The Sandman, el que abandona el Infierno dejándole las llaves a Morfeo para abrir una cafetería superguay, el Lux, en la que toca el piano ataviado con un elegante traje negro con camisa blanca y pajarita acompañado de su Doscaras particular, Mazikeen, que es su concubina y es una hija de Lilith (la primera mujer de Adán, que se queda preñada incluso con el aliento y tiene millones de hijos).



Y a lo largo de casi 80 números (unas 2400 páginas) Lucifer se enfrenta a todo y a todos de cuantas maneras se le ocurren, en un intento de enfrentar al plan que trazó Dios. A decir verdad, sacando esta generalidad tan brutal, es difícil contar de que va la trama. A grandes rasgos es la historia de cómo Lucifer se enfrenta al Orden, a lo establecido, a los planes trazados por los grandes Poderes, a cómo mueve sus hilos y consigue o no sus propósitos.

En tantas páginas, evidentemente, se alternan cosas mejores y peores. En mi modesta opinión, Mazikeen, el propio Lucifer, Miguel, Bergelmir, Amenadiel, Jill Presto, Ellaine y en un grado menor Gaudio, Spera y Rudd me parecieron unos personajes grandiosos y, en contrapartida, otros parecían muy poco aprovechados como la propia Lilith, la Dama de Lys (que podría haber sido grandiosa) o el propio Dios.

Al igual que con los personajes, la serie alterna unos arcos sublimes (como el de la misión a bordo de la Naglfar) con otros más bien grises como el principio o como gran parte de Encrucijada (el sitio a la ciudad de Plata no está precisamente conseguido, ni resulta creíble, ni emotivo, ni nada. Páginas y páginas aburridas en espera de cualquier tipo de resolución o acción estratégica. Nada de nada).

En cualquier caso nos encontramos ante una buena historia, ante un dibujo que, al igual que Sandman, alterna multitud de estilos pero que siempre tiene alguna sorpresa agradable - aunque sea en las portadas -, y unos cuantos giros - evidentes unos, inesperados otros -, que conforman una serie recomendable. Tal vez larga en exceso y, sobre todo, cara; cara en exceso, pero recomendable.



Nota: 7. La serie está bien, pero los altibajos la asfixian un poco. Cuando es buena, es genial, cuando es mala... es bastante mala. Si esperáis algo a la altura de Sandman, no lo encontraréis en estas páginas; quienes busquéis una aventura entretenida, interesante, que mantenga el ambientillo; aquí la tenéis.

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