La torre de Rudesindus - NSR
Recientemente he probado este minijuego de la editorial NoSoloRol que auguraba partidas divertidas y sin complicaciones. ¿El resultado? Una partida divertida y sin complicaciones.
La torre de Rudesindus es un juego en el que se interpreta a un Lutin (supongo que se escribe así), una criatura de pequeño tamaño (algo más grandes que una lata de Coca-cola, en palabras de la narradora) que firman un contrato con Rudesindus, un mago malvado, por el que se comprometen a trabajar para él durante 13 años a cambio de una determinada recompensa. Así, durante ese tiempo, el Lutin trabaja en los quehaceres de la torre sobreviviendo a las cosas más comunes, que son peligrosas para un bicho de ese tamaño e intenta a toda costa ganarse su recompensa.
En la partida en la que jugué, la adaptación era la siguiente: unos pitufos previamente empapadas en brea eran enviados a sabotear la torre del malvado Gargamel en unos días que él se iba de viaje. Así, un fortachón bravo, un bromista psicópata, un granjero ligón, una pitufina zorrilla, un ingeniero apocado y un cocinero comedido se metían en las entrañas del mal con contratos falsos dispuestos a montar las de Dios es Cristo. Cabe decir que con tal equipo tan óptimo, vencimos, como no podía ser de otra manera; casi sin percance alguno.
El sistema de juego no podría ser más sencillo. Se tiran 3d6 y, en condiciones normales se descartan el dado más alto y el más bajo y uno se queda con el del medio. Si es algo en lo que somos expertos, nos quedamos con el resultado más alto. Fin del sistema. Rápido y fácil, y con más campana de Gauss que muchos juegos de los que se presumen serios.
El resultado fue más que notable. Dentro de las limitaciones evidentes del juego, fue un one shot divertido, rápido y completito.
Un juego muy recomendable para partidas cortas o de iniciación al mundillo por la facilidad del sistema.
La torre de Rudesindus es un juego en el que se interpreta a un Lutin (supongo que se escribe así), una criatura de pequeño tamaño (algo más grandes que una lata de Coca-cola, en palabras de la narradora) que firman un contrato con Rudesindus, un mago malvado, por el que se comprometen a trabajar para él durante 13 años a cambio de una determinada recompensa. Así, durante ese tiempo, el Lutin trabaja en los quehaceres de la torre sobreviviendo a las cosas más comunes, que son peligrosas para un bicho de ese tamaño e intenta a toda costa ganarse su recompensa.
En la partida en la que jugué, la adaptación era la siguiente: unos pitufos previamente empapadas en brea eran enviados a sabotear la torre del malvado Gargamel en unos días que él se iba de viaje. Así, un fortachón bravo, un bromista psicópata, un granjero ligón, una pitufina zorrilla, un ingeniero apocado y un cocinero comedido se metían en las entrañas del mal con contratos falsos dispuestos a montar las de Dios es Cristo. Cabe decir que con tal equipo tan óptimo, vencimos, como no podía ser de otra manera; casi sin percance alguno.
El sistema de juego no podría ser más sencillo. Se tiran 3d6 y, en condiciones normales se descartan el dado más alto y el más bajo y uno se queda con el del medio. Si es algo en lo que somos expertos, nos quedamos con el resultado más alto. Fin del sistema. Rápido y fácil, y con más campana de Gauss que muchos juegos de los que se presumen serios.
El resultado fue más que notable. Dentro de las limitaciones evidentes del juego, fue un one shot divertido, rápido y completito.
Un juego muy recomendable para partidas cortas o de iniciación al mundillo por la facilidad del sistema.
El sistema y el juego no dan para hacer una crónica grande pero, para algo cortito y un one shot me parece un sistema perfecto. Rápido, muy intuítivo y fácil de usar.
ResponderEliminarHombre, no me imagino una campaña de varios años de duración con este sistema, la verdad. El juego está para lo que estáy mola.
ResponderEliminarUna gran elección, sin duda ;).