Rebeldes - Susan E. Hinton

La novela nos sitúa en la guerra de pandillas estadounidenses de los años 50. Por un lado tenemos la facción greaser, los rebeldes de la clase obrera, con el pelo lleno de gomina y cierta adoración por Elvis; por otro lado están los socs, la gente bien, con su cabello suelto y sus mustangs y sus corvettes. Estas facciones se encuentran y se pelean habitualmente, pero sin llegar a grandes catástrofes. Alguna que otra paliza, pero ahí se queda el asunto. Sin embargo, un día, unos socs borrachos intentan ahogar a Ponyboy y uno de sus amigos, el más pasivo de todos, saca una navaja y mata al soc en cuestión. A partir de este momento, los dos jóvenes se ven obligados a huir de la justicia.




Rebeldes mola. Tiene carisma y gancho. Su mayor problema, probablemente, sean las primeras y las últimas páginas, que son las menos tensas y, en el caso de las últimas, las más pilladas por los pelos.
Rebeldes se ampara en unos personajes de lujo para captar la atención del lector, en un pequeño círculo de gente que desborda carisma: Ponyboy, con su aire curriño y su inteligencia incomprendida, Jonny, al que le rajaron la cara en una paliza con anillos de por medio, Dallas con su rebelde valentía y código de honor, Two bit con sus comentarios risueños y a veces picones, Sodapop con su visión soñadora y su buen corazón y Darry con su esfuerzo y su actitud paternalista. Steve no mola, no podía ser todo perfecto. Con este grupo presentado, la historia se va desarrollando con mucha facilidad, uno no sigue la historia sin más, sino que sigue a los personajes en la misma. Con su duro magnetismo pandillero, con su actitud chulesca y su corazón hundido bajo capas de la armadura de gomina que se han creado, estos personajes consiguen no ya despertar el interés del lector, sino conseguir una empatía prácticamente total con la historia que cuenta la escritora estadounidense.
En general, la narración es cruda, el estilo es poco artificioso, rápido, sencillo y contundente. Las primeras páginas tardan en despegar, hay demasiados personajes que hay que presentar antes de que empiece a desarrollarse la aventura. El grupo de los greasers y los socs implicados en la aventura, hay que dejar claros demasiados puntos para poder sentir de verdad el resto. Las primeras 30 páginas pecan de excesiva lentitud, las 30 siguientes cobran cierto ritmillo. A partir de ahí, hasta 20 páginas del final (unas 110 páginas) la novela es envolvente y poderosa, intachable. Más de la mitad de la novela es intachable, algo muy loable contando que Susan la escribió cuando tenía 16 años.
Personalmente, el final me parece muy malamente planteado. No me gusta cómo sale al caso ni cómo es, en realidad. Me pareció un broce completamente gris y mediocre a una aventura que me había mantenido en vilo y al tanto de los personajes —cosa que no me suele pasar— durante gran parte de la misma, sin poder evitar cierta complicidad con gente como Dallas y Darry. Tras el desarrollo de los personajes, la verdad, me esperaba algo más lucido que el final abrupto que le da Hinton a la historia.

En cualquier caso, una buena historia, una lectura rápida y una narrativa poderosa en su simplicidad.


Copio mi entrada para Comunidad Umbría, no me apetecía nada escribir otra, la verdad.

Nota: 8. Un libro rápido, interesante, crudo y contundente al que le fallan ciertas partes.

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