El talento de Mr. Ripley - Patricia Highsmith
Reconozco que me pasé el primer tercio del libro preguntándome qué veía la gente en el libro y, concretamente, qué veía la persona que me lo había dejado y recomendado. El libro empieza lento y aburrido. Nos presenta a un personaje, Tom Ripley, muy paranoico y apocado al que el señor Greenleaf envía a Europa, con gastos pagados, para que haga que su hijo, Richard Greenleaf, al que todos llaman Dickie, vuelva a casa.
Y allá se va Tom, a Mongibello, en Italia. Allí está Dickie, viviendo en una casita, del dinero que mes a mes le envía el padre desde su empresa. Y es que Dickie es un bohemio de mala vida que quiere pintar, aunque no tiene talento para ello. Tom se acaba ganando su amistad y empieza a vivir con él, lo que provoca que Dickie pase menos tiempo con Marge, una chica un poco estúpida que escribe libros y está enamoradísima de Dickie.
Y tal vez os preguntéis ¿y cuál es el talento de Mr. Ripley? Pues bien, Tom Ripley es un gran imitador de gestos y voces. Eso es. Y volviendo a la trama, Tom vive con Dickie con altibajos en su relación, hasta que parece que este empieza a cansarse del señor Ripley. En ese momento, en circunstancias propicias, Tom mata a Dickie, se va de Mongibello atando todos los cabos posibles, y vive la vida de Dickie falsificando su firma, dando su nombre, escribiendo sus cartas, etc.
Ahí, justo ahí, el libro cobra velocidad, ritmo e intriga. Ya conocemos el talento. Ripley es un imitador talentoso que acaba de matar a un tipo que le dio la gran vida en bandeja, a un hombre bastante bueno y alegre. Y el libro trata la investigación policial sobre el caso, el juego de mentiras y engaños de Ripley y cómo se tuercen o se hilan los hechos.
Es interesante, creo destacable, que el lector acabe empatizando de tal forma con Ripley que quiera verlo libre en todo momento, pese a ser un hijoputa asesino que mata por envidia o frustración. Muy buena la labor de la Highsmith para ponernos en su favor, la verdad.
El libro es muy recomendable, pero aviso, el principio puede echar para atrás. Mucho.
Y allá se va Tom, a Mongibello, en Italia. Allí está Dickie, viviendo en una casita, del dinero que mes a mes le envía el padre desde su empresa. Y es que Dickie es un bohemio de mala vida que quiere pintar, aunque no tiene talento para ello. Tom se acaba ganando su amistad y empieza a vivir con él, lo que provoca que Dickie pase menos tiempo con Marge, una chica un poco estúpida que escribe libros y está enamoradísima de Dickie.
Y tal vez os preguntéis ¿y cuál es el talento de Mr. Ripley? Pues bien, Tom Ripley es un gran imitador de gestos y voces. Eso es. Y volviendo a la trama, Tom vive con Dickie con altibajos en su relación, hasta que parece que este empieza a cansarse del señor Ripley. En ese momento, en circunstancias propicias, Tom mata a Dickie, se va de Mongibello atando todos los cabos posibles, y vive la vida de Dickie falsificando su firma, dando su nombre, escribiendo sus cartas, etc.
Ahí, justo ahí, el libro cobra velocidad, ritmo e intriga. Ya conocemos el talento. Ripley es un imitador talentoso que acaba de matar a un tipo que le dio la gran vida en bandeja, a un hombre bastante bueno y alegre. Y el libro trata la investigación policial sobre el caso, el juego de mentiras y engaños de Ripley y cómo se tuercen o se hilan los hechos.
Es interesante, creo destacable, que el lector acabe empatizando de tal forma con Ripley que quiera verlo libre en todo momento, pese a ser un hijoputa asesino que mata por envidia o frustración. Muy buena la labor de la Highsmith para ponernos en su favor, la verdad.
El libro es muy recomendable, pero aviso, el principio puede echar para atrás. Mucho.
Estupendo, no lo he leído y ahora tengo unas ganas brutales de hacerlo.
ResponderEliminarEntonces es un comentario bien hecho xD
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