César Vidal - El fuego del cielo

El escritor, e historiador, madrileño César Vidal relata en esta novela, con detalle y esmero, con mimo, las vivencias de cuatro personajes que acabarán reunidos en un castra en el limes romano, aunque dedica la primera mitad del libro a presentárnoslos y situarlos en su contexto.


Ficha técnica
Martínez Roca, 2006
Cartoné, 374 págs.
Tamaño: 15x23 cm.
ISBN: 8427032382


Argumento y personajes:
Cornelio es un niño de papá enviado a Roma para conseguir un buen puesto desde el que acceder a senador o cónsul tras un par de campañar en el ejército. Será tribuno de la XII cohorte vexillatio.

Valerio es un legionario bajo las órdenes de Grato, su centurión. La campaña contra los partos, en la que serán capturados, les otorgará una nueva forma de ver las cosas. Los escasos supervivientes del cautiverio sufrirán a la vuelta las consecuencias de la peste, que se desatará por toda Roma. Curado por los cristianos, se convertirá a esta fe (algo penado por la ley, por lo que lo mantendrá oculto) y volverá a la XII cohorte vexillatio como centurión de la misma.

Arnufis es un estafador egipcio que se hace pasar por mago para sacar el oro a los pobres ignorantes de Roma. Se siente muy superios, dada su cultura milenaria, y siente superior a los griegos, mientras que Roma, sus formas y costumbres, le dan asco, pero ve en esa enorme masa de gente estúpida una forma de ganarse una amplia cantidad de dinero. Cuando alguien le acusa de farsante y pone a la gente en su contra, se verá obligado a pedir ayuda para abandonar la ciudad, consiguiendo una recomendación para el castra de la XII cohorte, en el limes (frontera del Imperio).

Rode es una niña abandonada que es comprada para ser prostituida. Tras años pasando por distintos lupanares (prostíbulos) acaba siendo llevada al castra de la XII cohorte para disfrute y relajación de los legionarios. Que no todo va a ser combatir al bárbaro enemigo...

Llegados a este punto (muy, muy spoiler):
Rode se enamorará de Valerio, cristiano, quien se siente atraido por Rode sin atreverse a decírselo. Arnufis, celoso, pues le gusta Rode, denunciará a Valerio por su ateismo (ser cristiano y negar el politeísmo romano, así como la divinidad del césar... era tal cosa) ante Cornelio; sabiendo que la pena por esto es la cruz. Cornelio se negará a ejecutar a Valerio pues, por ahora, lo necesita. La guerra se desencadena y se pone muy mal para Roma. Cuando todo parece perdido, Arnufis está intentando ganarse el favor de los dioses de la región (costumbre romana), y Valerio, de rodillas, se encomienda a su dios. Y el cielo se encapota, comienza a llover; instantes después, cae el fuego del cielo que da título al libro.

Final (muy spoiler):
Arnufis será recordado por la legión como el hombre que consiguió que los dioses intercedieran por ellos y los salvaran. Valerio recibirá una mención de honor y se le permitirá abandonar el ejército como un héroe de guerra, pues Cornelio, quien ha decidido mantener su cargo de tribuno de la XII cohorte, le vio rezar y encomendarse a su dios cristiano justo antes del extraño suceso y ha escrito a Marco Aurelio indicándole que baraja la posibilidad de que haya sido este dios quien haya intercedido. Rode, finalmente, por el rito cristiano, contraerá matrimonio con Valerio, costándole la cuantiosa suma de su retiro prematuro.


Final feliz para todos. Y porqué cuento el final, yo que no suelo hacerlo, bien; para comentar mi libre interpretación de los hechos, que puede coincidir con la del autor o no. Si leyese esto y me contestase, me haría enormemente feliz, pero seré realista: es algo que no va a suceder.

Valerio se nos presenta como un cristiano, en un ambiente donde tal cosa no está, en absoluto, bien vista. Rode, la prostituta, está enamorada de Valerio. Valerio roza la crucifixión porque Arnufis le vende. Finalmente, cabe la posibilidad, de que haya sido él quien desatase el fuego de los cielos (hecho documentado, según cuenta el autor al final del libro, en diversos escritos; aunque yo, en mi visión científica de las cosas, prefiero pensar que había un volcán con una gran presión de gas y piroclastos, y sin el magma suficiente para hacer una riada de lava). Todo esto, con otros nombres, me recuerda horrores a la historia de Jesucristo. Y me pregunto si sugiero algo equivocado, al dar la posibilidad de que Valerio, un poco a su manera, sea un trasunto de Jesucristo.

Opinión:
Un libro de fácil lectura, de contenido ameno y bastante didáctico, bien ambientado, bien presentado (pese a lo polémico que resulta ser el autor), con una descriptiva más que aceptable pero que no llega a saturar al lector y una historia que, sencillamente, se defiende, con un final prácticamente Disney, pero con un desarrollo entretenido, maduro y bien tratado.

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