Psicosis - Alfred Hitchcock

Culpable. Nunca había visto Psicosis. La había comprado en Blu-Ray durante una oferta de El Corte Inglés, que pusieron muchísimas películas a 9,90€ (que, con todo, creo que es el precio más alto que he pagado por una película original en mucho tiempo) y me había hecho con ella para nuestra colección. Y ahora ha caído.


Me gusta Hitchcock, en general, y me gustan sus ideas retorcidas. Lo que más me gusta de él, en cualquier caso, es la forma en que plantea las escenas, los ángulos rarísimos desde los que toma los planos, los ritmos tan extraños a los que discurren sus historias, cómo dosifica las sorpresas y cómo juega con la tensión y la inquietud. Hitchcock era impresionante en lo suyo, y es una baza que exprime en todas las películas que he visto.

Alerta spoiler

Muchos. Psicosis juega en gran parte con que no se conozcan sus sorpresas (aunque es completamente inevitable no conocer alguna, seguramente el final o la escena de la ducha). A mí, en general, los spoiler no son algo que me moleste demasiado. Suelo preferir no conocer los detalles en profundidad, pero no me estropean una película o una novela. En el fondo me dan un poco igual y me pueden ayudar a interesarme por echar un vistazo al producto. Así de raro soy.

Marion Crane (Janet Leigh) es una secretaria de una inmobiliaria a la que un ricachón le da 40000 dólares (¡en el año 60!) para comprar una casa para su hija, a pesar de las pegas del jefe de Marion, que cree que estas cosas no deberían hacerse en metálico, de forma tan poco segura. Y Marion, en lugar de hacer el ingreso para la casa de la hija del ricachón... ¡huye! Marion huye en estado de verdadera paranoia y durante una tormenta llega al motel Bates, donde conoce a un tímido y extremadamente amable Norman Bates (Anthony Perkins), un chico que vive con su madre en una casa en una colina, en el mismo recinto en el que está el pequeño hotel, y Marion pasa la noche allí. Cenan juntos, pese a la reticencia de la madre de Bates y luego, cuando Marion va a ducharse, después de replantearse qué va a hacer con el dinero y para reponer lo que ha gastado, es asesinada en la ducha por una mujer con un cuchillo.

La casa de la colina.

Y ahora comienza la investigación de la desaparición de Marion, a cargo del detective Arbogast (Martin Balsam), contratado por la hermana de Marion, Lila Crane (Vera Miles) y el novio de Marion, Sam Loomis (John Gavin), que acaba llegando al motel Bates y se centra en él. Hay algo que no encaja en Norman Bates.


El magnífico trabajo de Anthony Perkins

Y es que a pesar del evidente gran trabajo de Hitchcock, a pesar de lo inquietante y retorcida de la historia, lo que realmente me pareció grande de la película fue el señor Perkins. Su caracterización nerviosa, sus tics, su deseo de complacer y su sonrisa cercana y amable pero a la vez extraña y algo forzada. Me parece realmente increíble. Norman Bates se come las escenas en las que aparece y los demás personajes están allí para darle juego, para permitir que se luzca. Impresionante. ¿La escena en la que intenta justificar la normalidad de dedicarse a disecar aves? Que otros animales no, que eso es extraño, pero con los pájaros queda bien. Memorable.

Norman Bates y sus pajaritos.

Alrededor de Norman se va construyendo el caso, a veces lo lleva una persona y a veces lo lleva otra, pero todo gira a su alrededor, todo gira en torno al motel Bates, a Norman y a su madre. Y la historia siempre se mantiene igual, misteriosa, incognoscible. Una sombra en la distancia.

El machetazo final (Alerta spoiler)

No me entendáis mal, no hay ningún machetazo propiamente dicho, pero sí que el final me pareció un machetazo en sí mismo. Y aquí admito que yo, personalmente, no tenía ni pajolera idea de cómo acababa la película. Pero ni idea, oigan. ¿La escena de la ducha? La conocía a la perfección, la música, el cambio, todo. ¿El final? Pues resulta que no. Así que no voy a decir que me haya disgustado/decepcionado porque ya lo conocía. Pero sí, me ha disgustado/decepcionado.

En primer lugar, qué sucede en realidad, no me gustó demasiado. No pude evitar carcajearme (tuve un momento de impresión, es cierto, cuando gira la silla y se ve el cadáver, todo momificado), y contando cómo era la película no creo que fuese su intención. El momento de ridículo superó toda la tensión, toda la inquietud, toda la oscuridad. Todo. Hundido en el fango en medio de mi más sincera risotada.

Si esto no hubiera sido suficientemente terrible, añadieron una escena (que en mi modesta opinión solo afea la película y hunde más el recuerdo de la misma) en la que un psicólogo explica todo lo que acaba de pasar y pone una especie de razonamiento lógico detrás de la historia. La escena es torpe, la explicación peor y da la sensación de haberse encasquetado de mala manera en la película. Horrible en cada uno de sus segundos.

Cercanos planos raros de Hitchcock que nunca pueden faltar.

Nota: 7,5. Psicosis es una buena película que juega con el misterio, el desconocimiento y lo desbocado de la imaginación del espectador como pocas lo hacen. Tiene una dirección muy característica y un Anthony Perkins que merece, por sí solo, el visionado del filme. Pero no es, ni de lejos, de mis favoritas de Hitchcock.

Otras películas de Hitchcock:
Marnie la ladrona.
Extraños en un tren.
La ventana indiscreta.
Rebecca.

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