Brujas de viaje - Terry Pratchett
Magrat Ajostiernos hereda de Desiderata, una bruja y hada madrina, la varita y la responsabilidad sobre una joven. Acompañada por Tata Ogg y por Yaya Ceravieja (que cualquiera la deja a un lado), la joven Magrat deberá impedir que la chiquilla se case con el príncipe. Pero las historias tienen una fuerza intrínseca, una tendencia que las lleva a desarrollarse de cierta manera, así que necesitarán de toda su sabiduría y recursos… y, con todo, puede que también necesiten un poco de ayuda externa.
La doncella, la madre y la anciana
A estas alturas de la película ninguna de las brujas que protagonizan esta novela resulta desconocida al lector. Este magnífico trío de personajes al que conocimos en la reivindicativa Ritos iguales y al que seguimos en Brujerías se enfrentan ahora al poder de los cuentos de hadas, a la tradición y a una bruja malvada; todo con la cabezología de Yaya Ceravieja, el estómago de hierro de Tata Ogg, el temor que impone Greebo y la varita de Magrat. Bueno, y el vudú (una forma distinta de brujería) de Erzulie Gogol.
Creo que Lilith, la contraparte de Desiderata como hada madrina de esta particular versión de Cenicienta (porque en el Disco todo el que se beneficia de un hada madrina, se beneficia, de hecho, de dos: la buena y la mala. Y, por supuesto, ¡ambas dicen ser las buenas!) es una estupenda villana. La sorpresa sobre su identidad es genial y, de hecho, refuerza la idea de dualidad que impregna la novela entera.
En cualquier caso, gran parte del atractivo de Brujas de viaje radica, nuevamente, en la relación que une a las tres protagonistas: en ese desdén con el que Yaya trata a Magrat (y a gran parte del mundo, de hecho), en la cercanía popular de Tata Ogg y en la simpatía que despierta la joven Magrat.
El poder de las historias
Pero Brujas de viaje tiene un ingrediente adicional respecto a Brujerías y es el poder de las historias, algo que, a su manera, ya hemos visto en otras novelas de Mundodisco. Hay un factor narrativo en este absurdo mundo de Pratchett; las cosas tienden a desarrollarse de ciertas maneras guiadas por una mano invisible que originalmente (en El color de la magia y La luz fantástica) eran los dioses jugando a rol y que poco a poco fue evolucionando en algo más. Es como si el universo reaccionase a las exigencias de la narración y los personajes fuesen más o menos conscientes de ello: es la probabilidad de uno entre un millón, la flecha que derriba al dragón… Es, de algún modo, la cabezología del universo entero.
Y aquí está representada por el poder de las historias consolidadas, esas historias que se han contado mil veces, «la joven criada que se casa con el príncipe», «el bien que siempre triunfa al final», etc. Pero ¿qué pasa cuando todo el mundo se considera el bueno de la historia? Ese es uno de los ingredientes fundamentales de Brujas de viaje y, como siempre con Pratchett, está desarrollado con mucha gracia.
Conclusión
Admito que no soy imparcial con esta novela, porque disfruto mucho de casi todas las historias que retuercen los cuentos de hadas (Fábulas, los relatos cortos de Geralt de Rivia, etc.) y me lo pasé genial con la colección de referencias a ellos y con la forma en que las protagonistas parecían nadar contra una fuerte corriente. Las brujas son de mis personajes favoritos del Disco, la verdad; y ya me muero de ganas de volver a toparme con ellas.
Otras novelas de Mundodisco
3. Ritos iguales.
4. Mort.
5. Rechicero.
6. Brujerías.
7. Pirómides.
8. ¡Guardias! ¡Guardias!9. Eric.
10. Imágenes en acción.
11. El segador.
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