¡Guardias! ¡Guardias! - Terry Pratchett

El, nos pongamos como nos pongamos, eficaz gobierno del patricio de Ankh-Morpork, lord Vetinari, tiene también sus detractores. Una sociedad secreta desea cambiar las cosas e invoca un dragón para aterrorizar a la ciudad. La idea es que un apuesto héroe pueda acabar con la amenaza a la vista de todos, de modo que los propios ciudadanos lo hagan rey. Un rey agradecido, claro, que deba todo a dicha sociedad secreta. Pero Ankh-Morpork cuenta con los defensores de la justicia posibles para desfacer el entuerto: los miembros de una Guardia Nocturna en absoluta decadencia.

Imagen

Vimes y sus hombres

Los protagonistas de esta entrega son los miembros de la Guardia Nocturna de Ankh-Morpork: el capitán Vimes, crítico y alcohólico, con sus divertidos momentos con la experta en dragones de pantano lady Sybil Ramkin; el sargento Colon, siempre temeroso, pero de carácter bastante afable; el cabo Nobbs, con su escasa moralidad y su tendencia a patear a la gente indefensa, y el guardia interino Zanahoria, que tiene un carácter noble y el tipo de cuerpo que hace que cualquiera que le desee hacer mal se lo piense dos veces antes de hacer nada.

Son un grupo de lujo. Admito mi escasa imparcialidad al respecto: fueron mis personajes favoritos desde mi primera incursión en el Disco, junto a la Muerte y a lord Vetinari. Pero es que, además, ¡Guardias! ¡Guardias! es el primer libro en que se desarrolla realmente al patricio y su sistema de gobierno. Y se hace con la carga humorística de siempre, sí, pero esta vez hay algo más…

Vladimir Ilich Pratchett

Quien haya llegado a ¡Guardias! ¡Guardias! en una lectura en orden de publicación de Mundodisco, que estoy convencido de que es el orden correcto, podría pensar que se encuentra ante una serie de novelas en la que, ante todo, prima el humor. No me entendáis mal, no digo esto como una queja: está claro que son unas novelas divertidísimas, pero en unas cuantas (El color de la magia, La luz fantástica y Pirómides, al menos, aunque Rechicero mismo hace malabarismos entre el humor y la trama) la sucesión de gags parece tanto o más importante que el desarrollo argumental.

En cualquier caso, ya había un Pratchett que apuntaba maneras de algo más con Ritos iguales, un Pratchett contestatario defensor de un mundo más justo. El gran salto, en mi opinión, lo da aquí. Fue en la reseña de Rechicero en la que dije que Pratchett ya no era el mismo autor que en las dos primeras entregas de Mundodisco, pero en este ¡Guardias! ¡Guardias! nos encontramos ante un autor que equilibra a la perfección el humor con la crítica social.

El Disco nunca volvería a ser el mismo.

Conclusión

En mi opinión, se trata de la primera obra maestra de Pratchett. Creo que es un libro prácticamente intachable: el humor funciona como nunca entregado a una profundidad mayor y a un desarrollo de la historia estupendo. Los personajes están magníficamente caracterizados y llenan las páginas de meticulosos contrapuntos. Además, el libro está lleno de citas destacables, muchas de las cuales funcionan como chistes hiperconcisos o como críticas despiadadas. ¡Un librazo!

Otras novelas de Mundodisco

1. El color de la magia.

2. La luz fantástica.

3. Ritos iguales

4. Mort.

5. Rechicero

6. Brujerías.

7. Pirómides.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Charlie y la fábrica de chocolate - Tim Burton

Leyendas de pasión - Edward Zwick

Los miserables, diferencias argumentales entre novela y musical