Estrenos 2012 que abandonamos (II)
Y seguimos con la segunda parte de las nuevas series que abandonamos sin terminar la temporada. Esta vez son dos comedias. Una de ellas podría ser pasable (mala pero pasable, me refiero), la otra, sinceramente, me ha plantearme qué se le pasa por la cabeza a algunos guionistas. Si se les pasa algo, vaya.
El caso es que GCB tuvo un piloto normalito. A Laura le gustó mucho, pero era normalito. Un hombre muere al volante mientras su amante se la chupa y la pobre viuda tiene que volver a Highland Park, Texas, donde un día fue la más cruel y asquerosa de su instituto y le hizo la vida imposible a todas las que no eran tan guays como ella. Y la gente de Texas no perdona. Nunca. Ni muerta.
Un reparto cumplidor en el que destaca Kristin Chenoweth (aunque su presencia nos hace saber de antemano que va a haber escenas de canto, uno no la contrata a ella en concreto si no la va a hacer cantar) y unos chistes en ocasiones algo críticos con la hipocresía de muchos aficionados a la Iglesia es de lo poco con que esta serie intenta navegar el bravo mar de la parrilla televisiva estadounidense. En mi opinión, en cualquier caso, si bien el bote navega (siendo generosos), parece a punto de hundirse constantemente.
Un humor más negro o una crítica más mordaz podrían hacer que GCB se distinguiese un poco de la horda de comedias ligeras a las que se enfrenta, pero siendo una más... es una más muy mediocre, y el paso de los capítulos no consigue nada en su favor. Adiós, Chenoweth; ¡siempre nos quedará Criando Malvas!
Nota: 4.
Admito que el reparto no parece meramente cumplidor, sino que parece bueno; pero es que los chistes son horribles y muy repetitivos, basados generalmente en lo imbécil y políticamente incorrecta que es por momentos la senadora Selina Meyer. Nos fue imposible terminar el segundo capítulo, aunque íbamos muy marcados por el penoso espectáculo del primero. Una lástima.
Nota: 3.
Otras entradas que podrían interesaros:
Estrenos 2012 que abandonamos (I).
The river.
Smash.
GCB
Que al principio iba a llamarse Good Christian Bitches, después Good Christian Belles, pero como las organizaciones cristianas protestaban y protestaban, al final dejaron solo las siglas, aunque a España ha llegado como Golfas, cursis y beatas, al parecer. Mi teoría es que las organizaciones cristianas protestaron porque Dios se sentía muy ofendido con que hiciesen una serie con dicho título. Esas son Sus preocupaciones, todo el mundo sabe que ABC es su canal favorito y estas cosas no se pueden consentir.El caso es que GCB tuvo un piloto normalito. A Laura le gustó mucho, pero era normalito. Un hombre muere al volante mientras su amante se la chupa y la pobre viuda tiene que volver a Highland Park, Texas, donde un día fue la más cruel y asquerosa de su instituto y le hizo la vida imposible a todas las que no eran tan guays como ella. Y la gente de Texas no perdona. Nunca. Ni muerta.
Un reparto cumplidor en el que destaca Kristin Chenoweth (aunque su presencia nos hace saber de antemano que va a haber escenas de canto, uno no la contrata a ella en concreto si no la va a hacer cantar) y unos chistes en ocasiones algo críticos con la hipocresía de muchos aficionados a la Iglesia es de lo poco con que esta serie intenta navegar el bravo mar de la parrilla televisiva estadounidense. En mi opinión, en cualquier caso, si bien el bote navega (siendo generosos), parece a punto de hundirse constantemente.
Un humor más negro o una crítica más mordaz podrían hacer que GCB se distinguiese un poco de la horda de comedias ligeras a las que se enfrenta, pero siendo una más... es una más muy mediocre, y el paso de los capítulos no consigue nada en su favor. Adiós, Chenoweth; ¡siempre nos quedará Criando Malvas!
Nota: 4.
Veep
Esta es una comedia de la HBO sobre una senadora que es ascendida a vicepresidenta de los Estados Unidos, pero es un poco inútil y descubre que no es capaz de hacer frente al puesto. A bote pronto, lo primero que se me ocurre sobre ella es que es uno de los productos con menos gracia (y que presuntamente debieran tenerla, claro) a los que me he acercado sin entrar en el Saco de los Horrores Innombrables (Whitney, I hate my teenage daughter y Are you there, Chelsea?). Veep carece de gracia, pero no es tan mala como para ostentar tan selecta membresía.Admito que el reparto no parece meramente cumplidor, sino que parece bueno; pero es que los chistes son horribles y muy repetitivos, basados generalmente en lo imbécil y políticamente incorrecta que es por momentos la senadora Selina Meyer. Nos fue imposible terminar el segundo capítulo, aunque íbamos muy marcados por el penoso espectáculo del primero. Una lástima.
Nota: 3.
Otras entradas que podrían interesaros:
Estrenos 2012 que abandonamos (I).
The river.
Smash.
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